El Valle del Tiétar es una comarca que separa las provincias de Ávila y Toledo, y que abarca todo el recorrido de este afluente del Tajo, el río Tiétar. Esta zona, situada al sur de la Sierra de Gredos, es un verdadero paraíso poco reconocido en comparación con la riqueza natural y patrimonial que ostenta. Además de su impresionante belleza, el Valle del Tiétar cuenta con un microclima totalmente opuesto a lo habitual por estas tierras castellanoleonesas. De hecho, a esta comarca se la conoce como la Andalucía abulense. Por algo será.
Y por eso, nuestro equipo de Paraíso del Tiétar, un lugar ideal de vacaciones en plena naturaleza, quiere que conozcas un poquito más y mejor el pedacito de maravilla natural que nos rodea y todo el patrimonio, también cultural, que esta comarca tiene para ofrecerte. Para ello, te aconsejamos que tomes nota y te apuntes estas 5 visitas imprescindibles, que harán que te enamores definitivamente del espectacular Valle del Tiétar.
La Adrada
El Valle del Tiétar no es sólo naturaleza. Sus pequeños pueblos son también uno de los encantos que acompañan el curso de este río y el devenir de la comarca. Un ejemplo es La Adrada, visita necesaria para conocer la esencia de estas gentes de verdes valles y caudales de aguas de cristal. La Adrada recoge testimonio de la cultura, historia y tradición de estos pueblos del Tiétar. Merecida la visita a su Castillo o hacerse una ruta por sus deslumbrantes puentes romanos, que han soportado con éxito el paso del tiempo y el de incontables viandantes. También en La Adrada, encontrarás nuestro pequeño Paraíso del Tiétar, un complejo vacacional a una hora de Madrid en donde podrás disfrutar de una estancia que nunca olvidarás.
Arenas de San Pedro
No podíamos empezar nuestra lista de los imprescindibles del Valle del Tiétar sin destacar especialmente la localidad que también da nombre a esta comarca, Arenas de San Pedro. Esta pequeña población de menos de 6 mil habitantes es, sin duda, una joya digna de visitar, tal es la belleza de sus barrios, de sus callejuelas y recovecos, de sus numerosas y pintorescas fuentes, o de sus céntricas murallas. Podemos empezar por el Castillo de la Triste Dama (o del Condestable Dávalos), fortificación gótica levantada en la parte baja de Arenas y que cuenta con mucha historia y aún más leyenda. Seguimos por sus iglesias, sus capillas o sus ermitas, destacando la de Nuestra Sª del Amor Hermoso o la de Nuestra Sª de la Asunción, con una vertiginosa escalera de caracol tallada en piedra. Y cómo no visitar su magnífico puente medieval o deambular por sus barrios árabe y judío. Arenas de San Pedro es realmente uno de los imprescindibles del maravilloso Valle del Tiétar.
Cuevas del Águila
Pasar por el Valle del Tiétar y no pararse en las Cuevas del Águila tiene delito. Esta maravilla del paisaje subterráneo abulense alberga impresionantes formaciones de caliza cristalina con más de medio millón de años. Bajar los 50 metros a los que se encuentran las grutas, recorrer su circuito guiado bajo las coloridas luces y las fantásticas sombras que proyectan en la roca es, sin lugar a dudas, una experiencia que no deja a nadie indiferente. Como es de suponer en estos tiempos, la reserva previa nos ahorrará esperas, aunque también es posible comprar la entrada directamente en taquilla. Todo un must cuando se visita el valle.
Pozas de Candeleda
Nuestro Valle del Tiétar también cuenta con unas fantásticas piscinas naturales en varios rincones. Pero ciertamente las más conocidas son las de Candeleda. A pocos metros del pueblo, una serie de pozas hacen las delicias de locales y forasteros cada verano. Cierto que sus aguas son frescas aún en estío. Y en algunas épocas se requiere incluso de valentía para zambullirse, pero su cristalinidad y la impresionante belleza del paisaje hacen de este rincón una visita obligada para los amantes de la naturaleza en estado puro. Por cierto, la localidad de Candeleda también merece una visita. Sobre todo, para ver su Casa de las Flores y el más que pintoresco Museo del Juguete (privado) que alberga en su interior.
Castillo de Mombeltrán
O también conocido como el de los Duques de Alburquerque. Esta imponente fortificación atribuida al arquitecto Juan Guas (responsable de obras tan majestuosas como San Juan de los Reyes de Toledo) se erige sobre una colina que domina todo la zona, denominada Barranco de las Cinco Villas. Los exteriores de la fortaleza y las vistas que ofrece son espectaculares. También se puede visitar su interior (falto aún de recomendables reformas para que brille en todo su esplendor), aunque se ha de concertar visita previa por teléfono al ser propiedad privada. El Castillo está catalogado como BIC y bien merece una parada en nuestro recorrido por el Valle del Tiétar.
Son muchos los encantos del Valle del Tiétar y esperamos haberte convencido de ello con este post. No dudes en contactar con nosotros si deseas más información. ¡Bienvenidos al Paraíso del Tiétar!